Enfisema Pulmonar
Causas, síntomas y tratamiento
EPOC proviene de las siglas: Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, y dentro de ella se incluyen la BRONQUITIS CRÓNICA y el ENFISEMA PULMONAR.
En nuestra sociedad, está fundamentalmente ligada al tabaco (fumadores activos y, también, pasivos) y es prevenible en la mayoría de las ocasiones. Como su nombre indica, son enfermedades que no tienen cura pero sí se pueden tratar para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En España, se calcula que afecta alrededor del 10% de los adultos, unos 2 millones de personas aproximadamente. Sin embargo, muchos afectados nunca llegan a saberlo, ya que son enfermedades relativamente silenciosas que a veces no parecen graves.
Debido a que afecta a la capacidad pulmonar, las personas que la padecen comienzan a perder progresivamente la capacidad de hacer ejercicio, se cansan, y notan que les falta el aire. Al producirse de forma gradual, estos pacientes dejan de realizar estas actividades poco a poco. De hecho, muchos piensan que se debe a la edad o a no estar en forma.
En los estadios más graves, los pacientes tienen dificultad para realizar las tareas más cotidianas (como comer, hablar o vestirse) y afecta gravemente a su calidad de vida, hasta llegar un momento en el que tienen dificultad para respirar, incluso estando en reposo.
Por eso es importante el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad en estadios tempranos para parar su evolución.
Es una afección pulmonar que afecta a los alvéolos y que causa dificultad para respirar. La sensación de falta de aliento, es la manifestación más característica de esta patología respiratoria.
Cuando respiramos, el aire, después de pasar por los bronquios llega hasta unos pequeños sacos llamados alvéolos. Los alvéolos son los encargados de realizar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono a través de unas diminutas venas y arterias que los recubren. A través de las arterias, el oxígeno llega a todos los órganos del cuerpo y es fundamental para que el organismo funcione correctamente.
Con el enfisema, en la mayoría de los casos debido al humo del tabaco, las paredes de los alvéolos se debilitan y se rompen formándose espacios de aire más grandes y rígidos, en lugar de muchos espacios pequeños y elásticos. Poco a poco, van quedando así menos alveolos sanos que puedan realizar este importante intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.
Al respirar, el aire viejo se queda atrapado en estos espacios de aire, por lo que cada vez hay menos espacio en el pulmón para que entre aire nuevo y rico en oxígeno. Esto produce sensación de ahogo y dificultad para respirar (disnea).
Y por otro lado, le llega menos oxígeno a la sangre, lo que puede producir sensación de fatiga, además de poder provocar otras enfermedades más graves conforme avanza la enfermedad.
La mayoría de las personas que padecen enfisema también tienen bronquitis crónica. La bronquitis crónica es la inflamación de los tubos que transportan el aire hacia los pulmones (bronquios), lo que produce tos persistente.
La EPOC no se puede curar pero sí hay tratamientos que mejoran los síntomas y que pueden hacer que la enfermedad progrese más lentamente.
Lo principal es dejar de fumar y a partir de aquí dependiendo del paciente y de la gravedad de la enfermedad, existen diferentes tratamientos farmacológicos, fisioterapia, oxigenoterapia, etc.
Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas, mejorar la capacidad de realizar ejercicio, frenar el deterioro pulmonar, disminuir el riesgo de agudizaciones de la enfermedad y sobre todo, mejorar la calidad de vida.
Es una opción de tratamiento que solo se tiene en cuenta cuando el estadio del enfisema es grave y el paciente ya no responde a las otras opciones de tratamiento farmacológico disponibles.
El pulmón enfisematoso es un pulmón muy grande pero muy ineficiente y desde años que se investigan técnicas para reducir el volumen pulmonar.
La reducción de volumen pulmonar se basa en eliminar este tejido enfermo para que permitir que el tejido sano funcione mejor. De esta manera los pacientes mejoran su calidad de vida, las condiciones para hacer ejercicio y respiran mejor.
La técnica más extendida es la cirugía. En ella, el cirujano torácico extrae pequeñas porciones del tejido pulmonar dañado para permitir que el tejido sano funcione mejor.
Sin embargo, no todos los pacientes pueden someterse a una intervención quirúrgica, por lo que, en estos casos, las técnicas broncoscópicas pueden ser una buena alternativa.
El especialista, basándose en diferentes pruebas, determinará qué técnica es la más adecuada, segura y la que ofrecerá mejores resultados para cada paciente.
A través de la boca o de la nariz se introduce un tubo dentro de los bronquios y a través de ese tubo se insertan distintas sustancias o materiales que permiten reducir el volumen del pulmón.
Las ventajas del tratamiento con broncoscopia se basan, sobre todo, en que requiere de poco tiempo y es sencillo, y el paciente se recupera mucho más rápidamente.
Como decíamos, la investigación para encontrar los mejores métodos para reducir el volumen pulmonar sigue evolucionando.
Ésta es una nueva técnica que consiste en aplicar vapor a través de un catéter y un broncoscopio en la parte más afectada del pulmón.
Se aplica vapor de agua con una temperatura en torno a 75-80ºC, generando una reacción inflamatoria en el tejido donde el enfisema es más severo, a lo que sigue un proceso de fibrosis progresiva y reducción del volumen de forma permanente en unas 4-6 semanas. El proceso es totalmente indoloro y se puede realizar sin quirófano y bajo sedación. Al tratarse de vapor de agua, no se implanta ningún cuerpo extraño que pueda producir rechazo y la intervención se realiza en unos 15 minutos.
Esta nueva técnica ya se practica en varios hospitales en España con buenos resultados entre los pacientes.
En este enlace puedes encontrar más información sobre este tratamiento.
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